Musica de ascensores

Dan oía desde su habitación, mientras miraba la película que se repetía en la pantalla de su ordenador. Ahora que había superado la conmoción inicial de ver a su hermanita pequeña protagonizar una película pornografica en la web, vio que había algo espantosamente familiar en los movimientos de la cámara. Los angulos inusuales, la forma en que la cámara hacía un primer plano tan cercano para luego hacer un corte tras el que las imágenes se hacían casi abstractas; el abrirse de la cámara hasta que Marcos y Ana no eran mas que una motita que se retorcía en la prístina nieve. Aquello era obra de Irene Herrer, Dan estaba seguro de ello.

Apagó el ordenador molesto consigo mismo por haber mirado tanto tiempo, pero todavia mas molesto con Irene y Ana. ¿Porque habían acabado ambas siendo tan...? Dan cogió su libreta negra e instantaneamente pensó en una palabra nueva para comenzar con su ejercicio de bloqueo del escritor. Cogió su boli y la escribió.

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